LAVADO DE RAÍCES

El lavado de raíces es un proceso muy importante y muchas veces no muy valorado ni realizado entre los cultivadores, y que es un grave error. 

 

El proceso del lavado de raíces consta en expulsar todos los componentes y restos químicos que se encuentran en nuestro cultivo. En las diferentes fases de nuestro cultivo estamos acostumbrados a nutrir y mejorar las plantas mediante el uso de fertilizantes, la mayoría de ellos químicos, por lo que dejan restos que harán que nuestra cosecha final sea de menor calidad.

 

Debido a todos estos restos químicos que se encuentran en la planta es recomendado realizar un lavado de raíces una vez ha finalizado el proceso de floración, justo antes de cortar la cosecha.

 

 

 

Podemos destacar algunos productos que suelen generar más residuos químicos en el cultivo, debido a su composición y la potencia del producto, uno de los más destacados seria el NPK para la etapa de floración.

 

Realizar un lavado de raíces es muy sencillo, ya que no es necesario el uso de ningún producto, lo único que debemos hacer es regar todas las plantas con mucha agua.

 

¿Cómo se realiza?

 

Para saber si lo estamos realizando correctamente y saber en que momento debemos de parar, solo tendremos que fijarnos en el agua que expulsa las plantas, al principio será oscura ya que estará expulsando todos esos restos químicos que queremos eliminar, y poco a poco apreciaremos que el agua es más y más clara, hasta llegar al punto de ser transparente, en ese momento podríamos decir que ya hemos eliminado todos los residuos químicos de nuestro cultivo. 

 

El lavado de raíces no supone un gasto económico por lo que siempre es recomendable realizarlo antes de proceder a cortar la cosecha. 

 

Este proceso es muy importante ya que el sabor y efecto de la cosecha puede empeorar en caso de que no la realicemos y por lo tanto, perderemos calidad. 

 

Esperamos que este pequeño articulo les haya sido útil y desde hoy recuerden la importancia de este proceso y lo realicen siempre.